La mayor preocupación de los hombres fue la búsqueda
de alimentos. Para ello se dedicaron a la persecución y cacería de animales.
Con ese fin fabricaron armas y colocaron trampas. También aprendieron a pescar en los ríos, con lanzas
de madera, anzuelos y redes que ellos mismos fabricaban.
Además, recolectaban frutos silvestres. Esta última actividad era practicada por todos los miembros del grupo, incluidos los niños. Por los cambios del clima y la falta de alimentos, los hombres del Paleolítico iban de un lugar a otro: eran nómades. Para ellos era muy importante trasladarse o salir de cacería acompañados. Así se sentían más seguros en medio de una Naturaleza a la cual respetaba y temían.
Además, recolectaban frutos silvestres. Esta última actividad era practicada por todos los miembros del grupo, incluidos los niños. Por los cambios del clima y la falta de alimentos, los hombres del Paleolítico iban de un lugar a otro: eran nómades. Para ellos era muy importante trasladarse o salir de cacería acompañados. Así se sentían más seguros en medio de una Naturaleza a la cual respetaba y temían.
En algunos lugares hallaban cuevas o cavernas donde se
instalaban, pues eran refugios naturales, frescos en verano y cálidos en
invierno.
En otros lugares construían chozas semienterradas utilizando los huesos de los animales que les servían de alimento. Estas cabañas eran cubiertas con ramas y pieles. Vivían en pequeñas bandas formadas por mujeres y hombres que pertenecían a la misma familia. Luego, en el Paleolítico Superior, se organizaron en hordas y clanes familiares. El jefe era el más fuerte.
